Auditoría de cuentas: La clave para examinar tu información financiera
Una auditoría de cuentas es una herramienta fundamental para garantizar la transparencia, la calidad y la seguridad de la información económica que se presenta a los socios, accionistas, clientes, proveedores, administraciones públicas y otros grupos de interés.
Pero no solo eso, esta auditoría te permite conocer la situación real de tu empresa, su capacidad de generar beneficios, su solvencia, su liquidez y su gestión de riesgos.
Además, la auditoría de cuentas puede ayudar a detectar y prevenir posibles errores, fraudes, irregularidades o incumplimientos que puedan afectar negativamente a la reputación, la confianza y la competitividad de la empresa.
¿Cuáles son los objetivos este tipo de auditoría?
El objetivo principal de la auditoría de cuentas es expresar una opinión técnica y objetiva sobre si las cuentas anuales de una entidad reflejan, de forma fiel y completa, su imagen fiel, es decir, su patrimonio, su situación financiera, su resultado y su flujo de efectivo, de acuerdo con los principios y normas contables aplicables.
Para ello, el auditor de cuentas realiza una serie de pruebas y procedimientos de auditoría, basados en el análisis de la documentación, la observación, la inspección, la confirmación, el cálculo, la comparación y la evaluación de la evidencia obtenida. El auditor de cuentas debe aplicar las normas de auditoría generalmente aceptadas, así como los criterios de independencia, integridad, objetividad, profesionalidad, confidencialidad y responsabilidad.
El auditor de cuentas debe emitir un informe de auditoría, donde expone los resultados de su trabajo, las conclusiones a las que ha llegado y la opinión que ha formado sobre las cuentas anuales. Dicho informe puede ser favorable, si el auditor considera que las cuentas anuales reflejan la imagen fiel de la entidad; desfavorable, si el auditor considera que las cuentas anuales no reflejan la imagen fiel de la entidad; o denegado, si el auditor no ha podido obtener suficiente evidencia para formarse una opinión.
¿Qué tipos de actividades se consideran auditoría de cuentas?
La auditoría de cuentas puede abarcar diferentes tipos de actividades, según el ámbito, el alcance y el propósito de la misma. Algunas de las actividades más habituales que se consideran auditoría de cuentas son:
- La auditoría de cuentas anuales, que es la que se realiza sobre las cuentas anuales de una entidad, que comprenden el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto, el estado de flujos de efectivo y la memoria. La auditoría de cuentas anuales puede ser obligatoria o voluntaria, según el tamaño, la forma jurídica y el sector de actividad de la entidad.
- La auditoría de estados financieros intermedios, que es la que se realiza sobre los estados financieros que se elaboran con una periodicidad inferior al año, como los trimestrales o los semestrales. La auditoría de estados financieros intermedios puede ser requerida por los órganos de gobierno, los inversores, los reguladores o los supervisores de la entidad.
- La auditoría de subvenciones, que es la que se realiza sobre las subvenciones que recibe una entidad de una administración pública o de una entidad privada, con el fin de verificar que se han cumplido las condiciones y los requisitos establecidos para su concesión y su justificación. La auditoría de subvenciones puede ser exigida por el organismo concedente o por el beneficiario de la subvención.
¿Cuándo es obligatorio realizar una auditoría de cuentas?
La auditoría de cuentas puede ser obligatoria o voluntaria, según el tamaño, la forma jurídica y el sector de actividad de la entidad.
Por lo tanto, la auditoría se vuelve obligatoria cuando la entidad cumple al menos dos de los siguientes requisitos durante dos ejercicios consecutivos:
- Que el total de las partidas del activo supere los 2,8 millones de euros.
- Que el importe neto de la cifra de negocios supere los 5,7 millones de euros.
- Que el número medio de trabajadores empleados durante el ejercicio sea superior a 50.
Además, la auditoría de cuentas puede ser obligatoria por otras circunstancias como, por ejemplo:
- Que la entidad reciba subvenciones o ayudas públicas que superen los 600.000 euros anuales.
- Que la entidad realice actividades sujetas a regulación o supervisión especial, como las entidades financieras, compañías de valores admitidos a negociación, cooperativas de vivienda, ….
- Que la entidad tenga que presentar sus cuentas anuales a un organismo público que lo exija, como el Registro Mercantil, el Registro de Fundaciones, el Registro de Cooperativas o el Registro de Asociaciones.
Si la entidad no está obligada a realizar una auditoría de cuentas, puede hacerlo de forma voluntaria, por iniciativa propia o por acuerdo de sus órganos de gobierno. La auditoría de cuentas voluntaria puede tener ventajas para la entidad, como mejorar su imagen, aumentar su confianza, optimizar su gestión, facilitar su acceso al crédito o favorecer su expansión.
En ADN Audimancha contamos con un equipo experto que posee los conocimientos, la experiencia y la profesionalidad necesaria para realizar correctamente una auditoría de cuentas precisa y ajustada a las necesidades de tu empresa.